BCCCAP00000000000000000000181
- 126 - Así que siendo imposible el estado de unión sin la purificación del corazón y sin el sacri– ficio del corazón mismo, debemos deducit· que· para lograr dicho est11do es preciso tra– bajar con e~fuerzo y valor ... Pero no se olvide que este sacrificio tampo" co suprime los afectos legítimos. Abrnham no amó mPnos a Isaac después de consentir en sacrificarlo a Dios. Su amor fué más santo. más puro y más fuerte que hasta entonces .•. (Sandreaux- El ideal del almá ferviente cap, :XXVI pag. 354) (Edición de. 1926), Considera,.pues, alma, que el Señor te so– licita insistentemente ese corazón purificado «Proebe fi)j. cor tumn mihi», y considera tam– bién las ventajas que te acarreará entrega– miento semejante a Dios, porque será corno cam hiar por el tuyo su Divino Corazón. Dios no permite que vivas siti cor·azón y sin amor, pero cuando tu amor y corazón se unen al suyo, éste es el que animará y vivificará toda tu vida interior.y amarás más y mejor sien– do más perfecta y feliz.: · Pero ¿qué es el amor perfecto que. une a Dios? Mira lo que dice S; Gi-égorio: · «Superiora amare jam sursum est-ire». (1) Ya es ir al amor el a~pirar a lo rnperior. Amar a Dios es a8ercarse a El..- «accedere ad ipsum», «et intnne»., «et gustare», Llegnrsé a Dios y en– trnr donde El está y gustar lo que El nos da. tl) 1loral lib. XV c. XV.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz