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- 118 - un estado imper:fecto. Cuando llega el alma a una vida intima,de amor, y sientfl en sí el predominio de los dones, podrá gloriarse de ir practicando una verdadera vida interior ... Considera, pues, qué son estos dones riel Espíritu Santo. Los tienes en el profeta Isaías (XI-1-3) cuando dice: et requiescet su - per eum Sµiritu Domini ... Descansará sobn-1 el alma el Espíritu del Señor, espii·itu de sa– biduría y de entendimiento;- espírit,u de conse– jo y de fortaleza; espíritu de ciencia y de piedad, y estará llena del espirito del temor del Señor. Son, pue,, siete estos santos do– nes que hacen toda la labor de la vida inte– rior con la cooperacion del alma. Estos siete dones corresponden a las 'siete necesidades principales del hombre tanto en la vida acti– va como en la contemplativa. Según S. An– selmo los cinco últimos se refieren a la vida activa y los dos más elevados a la contem~ plativa. Son como siete rayos divinos o arro– yos de h Santísima Trinidad .Y proceden de la ardiente caridad divina a fin de realizar mejor nuestra u.nión con elb1. De estos siete dones :foé figura el candelabro de siete bra- zos de la Ley Antigua. Oo .. ellos se alumbra. y se ilustra toda la vida espiritual y sin, su influencia no se puede llevar vida interior. Los dones hacen que el nlma tenga las cua– lidades íntimas imprescindibles para todas las situaciones, en que puede hallarse en su vida activa o pasiva. Pero la vida íntima se

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