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101 - Grandes virtudes necesita el sacerdote y misionero a fin de colaborar en la obra del Señor. Jesús iba a veces al desierto a orar por los hombres. ,Abiit in desertum locum ibique ora• bat (Marc. 1 35) ¿,Haces tú esto en medio de.tus ocupaciones ministeriales? ... Es necesario que el misionero a ratos deje a los hombres para darse a la oración. Ascen– dit in moritem solus orare. (Matt. XIV). La oración es el complemento de la vida pública. Siempre fué Jesucristo el modelo de la vida de S. Francisco: «Summa ejus intentio ... erat sancturn E\·angelium in ornnibus observare> dice el P. Felder... Regula sui ordinis, fuit Evangelium ... Nihil mirum igiti.!r Christum fuisse vitae S. Francisci ducem ejusque devotionem pleno ve– roque sensu Christocenlricam. Por consiguien– te debemos seguirle en la vida privada y en la vida pública •.. S. Francisco ,Signifer Christi• era el «He– raldo del gran Rey». Nuestro inspirador o primer inicia,dor, el B. Mate.o de Baso, dejó el cargo de primer Vica– rio General para dedicarse al apostolado en el que hizo maravillas. Pero la predicación mis– ma debe supeditarse al espíritu de oración•, de donde recibe la fuerza el apóstol..;

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