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CONSTITUCIONES. CAPITULO VI 75 2 Cada uno, oponiéndose a sus viciosas inclinaciones, dirija al prójimo su amor. 3 Fomentemos el diálogo, cornunicando confiadamen– te nuestras experiencias y manifestando nuestras nece– sidades. -l Que el espíritu de comprensión y de sincera estima inunde a todos los miembros de la comunidad, aunque sean diferentes los trabajos encomendados a cada uno. 5 En razón de la misma vocación, todos los herma– nos son iguales. r, La precedencia, necesaria para el servicio de la fraternidad, proviene de los cargos y oficios que se están desempeñando. 7 Ayúdense todos mutuamente, según los dones reci– bidos, incluso en los servicios cotidianos de nuestras casas. 75 1 Procuremos que en nuestras fraternidades la dife– rencia de edad redunde en concordia de espíritu y com– plernento mutuo. 2 Dense muestras de caritativa solicitud y agradeci– miento para con los hermanos de edad avanzada. 3 Los jóvenes tengan en justa estima a los hermanos de mayor edad y de buen grado aprovechen su expe– riencia. -1 Estos, a su vez, admitan las nuevas y sanas formas de vida y actividad; y comuníquense mutuamente sus propias adquisiciones. 76 1 Cuando enferme algún hermano, el superior pro– véale inmediatamente con fraterna caridad de todo lo necesario al alma y al cuerpo, según el ejemplo y la re– comendación del padre san Francisco; y confíe el cui– dado del enfermo a un hermano competente y, si el caso lo requiere, a un médico.