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CONSTITUCIONES. CAPITULO III 57 40 1 Celebremos de modo especial y prediquemos a los fieles los misterios de la navidad y de la pasión, en los que san Francisco contemplaba maravillado el amor y la humildad del Señor. 2 La Inmaculada Virgen María, copartícipe de la po– breza y pasión de su Hijo, es nuestra madre y abogada y la patrona de nuestra Orden: honrémosla, pues, con singular devoción, sobre todo con el culto litúrgico y el rosario. 3 Veneremos también a su esposo san José, según nuestra antigua tradición . .J Promovamos la devoción al padre san Francisco, dechado de los menores, y a los santos, especialmente a los nuestros, según las costumbres locales, pero de forma acorde siempre con el espíritu de la liturgia. 41 1 La orac10n mental bien hecha nos lleva al espíritu de verdadera adoración, nos une íntimamente con Cris– to y da eficacia perenne a la sagrada liturgia en la vida espiritual. 2 Tengámosla, pues, en gran aprecio y conversemos filialmente con Dios, a ejemplo del padre san Francisco y de nuestros mayores. 3 Y para que el espíritu de oración no se entibie nun– ca en nosotros, sino que se encienda cada vez más, de– bemos dedicarnos a este ejercicio todos los días de nues– tra vida . .J Los superiores y los demás a quienes se ha con– fiado velar por la vida espiritual trabajen para que todos los hermanos progresen en el conocimiento y en la prác– tica de la oración mental. 5 Compete al Capítulo provincial o viceprovincial dar normas para que cada hermano disponga de dos tiempos