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54 CO'JSTJTUCTONES. CAPITULO TTI de nuestras fraternidades, la bondad de Dios presente en el mundo. 34 1 Tengamos en sumo aprecio la sagrada liturgia, ejer– cicio del sacerdocio de Jesucristo, cima de toda activi– dad de la Iglesia \/ fuente ele vida cristiana; esforcé– monos por nutrir con ella nuestra vida espiritual, perso– nal \/ fraterna, y por franquear a los fieles sus tesoros. 2 Estimemos muchísimo, por consiguiente, el miste– rio ele la Eucaristía \/ el oficio divino, que el padre san Francisco quiso informaran toda la vida de la frater– nidad. 3 Los hermanos acomódense, aun en el rito, a las pres– cripciones que la autoridad eclesiástica competente die– re para la región en que moran. 35 1 Participemos plena, consciente y activamente del sacrificio eucarístico, en el que celebrarnos el misterio pascual de Jesucristo hasta que él venga, ofreciéndonos sin reserva a fin de que nos reciba enteramente quien por entero se nos ofrece. 2 Para que mejor se ponga de manifiesto que en la fracción del pan eucarístico nos elevamos a la comunión con Cristo y entre nosotros mismos, cclc'brese diariamen– te en nuestras fraternidades una misa en común en la que participen todos. ' Y para manifestar l.i unidad del sacrificio \' del ~acerdocio, es ele alabar se concelebre, cuando no sea necesaria la celebración individual. 36 1 Conscientes del sentir católico de nuestro padre san Francisco, pidamos a Dios en la celebración del sacrifi– cio eucarístico y en nuestras oraciones, por la santa ma– dre Iglesia, por los gobernantes, por todos los hombres,