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CAPÍTULO II VOCACION A ESTA VIDA Y RECEPCION EN LA MISMA ARTÍCPLO I. Vocación a nuestra vida 14 1 Para realizar la salvación del mundo, Dios llama amorosamente a todos los cristianos a la perfección de la caridad en la Iglesia, a través de los diversos estados de vida. 2 Cada uno debe responder con amor y entera liber– tad a este llamamiento, de modo que se concilien la vo– luntad divina y la dignidad de la persona humana. 3 Alegrémonos todos, agradecidos por la gracia pe– culiar de la vocación religiosa que por voluntad divina se nos ha concedido. -+ En respuesta a nuestra vocación franciscana, da– rnos testimonio público y social de la vida eterna de Cristo ya presente entre nosotros, seguimos a Cristo pobre y humilde y difundimos en todas partes un men– saje entre los hombres, principalmente entre los pobres. 5 Así, en fraternidad de peregrinos, penitentes de co– razón _v ele obra, promovernos en la Iglesia la salvación del mundo. 15 1 Recordando el ardor con que el seráfico Padre de– seaba que creciese la recién fundada fraternidad, todos los hermanos, principalmente los ministros, tengan solí– cito cuidado, sobre todo con el ejemplo de su vida, la oración y la palabra, en conocer y fomentar las vocacio-