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CONSTfTUCTONES. CAPTTVI.O IX ARTÍCULO II. Diferentes formas ele apostolado 140 111 1 El Padre envió a su divino Hijo al mundo para que, compartiendo la condición humana, evangelizara a los pobres, sanara a los contritos de corazón, anunciara la libertad a los cautivos y devolviera la vista a los ciegos. 2 Cristo determinó continuar esta misión en la Igle– sia por la virtud del Espíritu Santo. 3 Y el mismo Espíritu Santo suscitó a san Francisco y su fraternidad apostólica para que, según las necesi– dades más apremiantes de su tiempo, ayudara con to– das sus fuerzas en la misión de la Iglesia, especialmente en favor de aquellos que más necesitaban el mensaje evangélico. -+ Por ello, nuestra fraternidad apostólica, secundan– do a este Espíritu del Señor y su santa operación, cum– ple en la Iglesia el deber de servicio para con todos los hombres, evangelizándolos con el ejemplo y la palabra. 141 l El principal apostolado del hermano menor es vi– vir en el mundo la vida evangélica en verdad, sencillez y alegría. Bebiendo de continuo en esta fuente, esforcé– monos en practicar las obras de ministerio y aposto– lado. 2 Dediquémonos de buen grado a cualquier obra de ministerio y actividad apostólica, siempre que esté de acuerdo con nuestra forma de vida y responda a las necesidades de la Iglesia. 3 Por tanto, los superiores, teniendo en cuenta las diferentes cualidades de los hermanos, sean fáciles en aceptar las invitaciones de la jerarquía eclesiástica cuan– do los llame al servicio del pueblo de Dios y salvac::~n de las almas.