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EL ESTADO MISTICO 79 -recta e inmediata. Dios puede hacerse presente di– ,rectamente por el amor. El amor no requiere presen– cia inmedia,ta del objeto para sentirse encendido y gozoso. Ausente el objeto, el amor puede unírse– le íntimamente. De ahí la frase de San Bernardo: «Amor plus se extendit quam visio.» Más todavía: el amor tiene su modo de visión para hacer presente al objeto amado. Hemos dicho antes que San Buenaventura reconoce el «ojo del cora– zón, oculus cordis». Ricardo de San Víctor escribió: «Amor oculus est et amare videre est, quia ubi in– tellectus caligat, amor penetrat ( 1) .» El amor es un ojo que penetra más que el entendimiento, porque donde este se detiene, sigue penetrándose el amor. San Buenaventura añade hablando de la visión de Dios: «Non conscipitur in via in daritate suae. essen– tiae, sed conspicitur in effectu gratiae et exper;en– tiae suavitatis per ipsam anagogicam unionem (2) .» Debemos advertir qt1e en varios pasajes del Seráfico se lee esta frase: «Mens nostra contuita est Deum.» Por lo que acabamos de exponer, se comprenderi¡Í. que dicha frase no supone una visión directa. Así pues en la mística franciscana no hay intui,– ción de Dios, pero hay percepción de Dios o expe– -riencfo inmediata por el amor, m.edia,ta, por la visión contemplativa. (1 De gradibu,s charitatis. P. L. tom. 196, col. 1203. (2) III Sent. d. XXII, d. IV (531). (3) ltiner., c. VII, n. 1 (312) etc.

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