BCCCAP00000000000000000000169
DE LA CONTEMPLACION 65 ¿La ascética y la mística admiten distinción es– pecífica? ¿ Cabe decir que la ascética es como una fórmula de la que naturalmente venga y se derive la mística? ' San Buenaventura escribe: «nec debes ab oratione spiritum relaxare sed tandiu per devotionis ardorem sursum ascéndere donec ingrediaris in locum taber– naculi admirabilis busque ad domun Dei ( 1) .» Es verdaderamente un consejo que obedece a la ley de. progreso en la perfección. No basta, empero\ querer una cosa para, en efecto, lograrla; no basta aspirar eficazmente a una meta para llegar infalible– mente a ella~ Puede haber inconvenientes o incaipa– cidad para alcanzarla, aunque se tengan los mejores medios para el éxito. · Si la evolución viniera naturalmente, como una consecuencia sale de sus principios, diríamos que las gracias del orden místico se nos debían de coná~gnó y eran natural consecuencia de nuestra sobrenatural fidelidad a la gracia primera. ¿ Quién osaría decir esto? Claro que es necesario admitir cierta evolu– ción progresiva en la vida espiritual; pero no se puede pensar que en el orden sobrenatural esté Dios sujeto como en el orden físico «a que venga el sol detrás de la aurora». En el orden moral, libre es el hombre y libre es Dios, fuera del concurso necesa- (l) De perfectione vitae, cap. X, núm. 5 (119). Estas cuestiones· que aquí se .tocan" ligeramente, se tra– tarán más en detalle y con mayor difusión en nuestro libro El problema m.istico. 5
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz