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Nuestra ex• posición. 58 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA siva o infusa, puesto que aconseja despojarse de to~ da operación propia de nuestras facultades, aunque no en el sentido molinista. . . «In anima enim sunt virtutes multae apprehensivae, sensitiva, imaginati– vae, estimativa, intellectiva, et omnes aportet relin– quere et in vertice est unitio amoris et haec omnes transcendiL.. Haec autem contemplatio fit per gra– tiam et tamen juvat industria scilicet ut separet se ~b omni eo quod Deus non est et a se ipse si possi– hile est.» El texto que al Padre Efrén le parece ne– gativo para la contemplación activa se le antoja afir– mativo al Padre Tempesti, y no solo le parece a este que es favorable a la contemplación adquirida sino que es clarfsma afirmación de ella ... El «peratio trascendens omnem intellectuÍn» y el «haec contemplatio fit per gratiam» parecen decisi– vos en apoyo del Padre Efren. Sin embargo debe– mos aclarar el pensamiento. Débese tener en cuenta la teoría del estado mís– tico o la naturaleza de la contemplación, que es su característica. Para decir que la teoría mística del . Seráfico Doctor no es conciliable con la contempla– ción adquirida es necesario l~er muchos textos, su– yos y enlazarlos entre sí. Ningún teólogo tomará por contemplación adquirida el «operatio trascendens • omnem intellectum, pero ¿ no hay más que eso en et Seráfico? Puede admitirse una contemplación ad– quirida y decir: «haec contemplatio fit per gratiam» porque ningún místico dirá que para dicha contem– plación no se requiere gracia. San Buenaventura