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Tercera con– clusión. Es pre– ciso no confun• dir estados dis– tintos. 52 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA M. Hamón, en un artículo sobre E:ctase, que ya queda citado, explica que el alma en el transporte místico atiende a Dios por los sentidos espirituales y aduce la autoridad del libro De VII i,tineribus aeter– nita,tis, que no es de San Buenaventura, sino de Ro– dolfo de Biberach. A nuestro juicio, este fervoroso místico francisca– no entendió en sus cabales la doctrina de San Bue– naventura. Reconocemos que autoridades como el Pa– dre Longpre y el Padre Peralta no interpreta– rán como nosotros el pensamiento bonaventuria– no. Para nosotros es imposible admitir que el Será– fico Maestro hable de solos hábitos existentes cuan– do en el Itinerario dice: «quibus sensibus recupera– tis, etc.» Se nos ocurre una observación antes de rematar esta conclusión. El Padre Efren piensa que estas ex-' peDíencias que vienen por los sentidos espirituales, disponen completamente para la contemplación divi– na. Creemos que dichas experiencias místicas que dis-. ponen ad mentales excesus según San Buenaventura, suponen algo más que una simple contemplación di– vina, esto es: que preparan para la perfeeta contem– plación. Una tercera conclusión conforme al Seráfico Maestro conviene establecer aquí en estas palabras : Qui vult esse bonus contemplativus prius debet esse bonus activus ( 1). (1) III Sent. d. XXVII, art. 2; q. IV.