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Escoto y San Buenaventura. CAPITULO IV BASES DE LA MISTICA FRANCISCANA Debemos ya penetrar a fondo en el contenido de la doctrina del Santo Doctor, jefe iliUstre de nues– tra escuela, pues aunque E'Scoto podría disputarle la jefatura en el terreno del dogma o teoría teológica, nunca, sin embargo, puede disputarle el imperio de la mística. Hemos ya citado el parecer del Padre Minges res– pecto al asunto, quien afirma: «Unicam existere Scholam nostram Scotumque cum suis asseclis nihil aliud fuisse nisi continuationem et explicationem scholae Franciscanae prioris ( 1) .» Al saberse, pues, la teoría mística de San Bue– naventura, sá:bese en su aspecto integral la mística Franciscana, aunque en detalles puede un teólogo o místico diferenciarse del jefe universal. Su enseñan– za es como la eclosión de la rosa mística seráfica. Para esclarecer el pensamiento Fr_anciscano en es– te punto, expongamos en dos palabras varias face– tas de su doctrina teológica en íntima relación con la vida espiritual. (1) L. c. Cfr. Arch. Fr. Hist. Abril 1925.