BCCCAP00000000000000000000169

LOS MISTICOS FRANCISCANOS 21 dad, pues parece indudable que recibió J~fÍls direc– tamente el espíritu y herencia del Seráfico funda– dor y tuvo dos visiones del Santo Padre, una en Coimbra y otra en el Capítulo de Arlés. Sin em– bargo, la tradición acepta por jefe a San Buenaven– dador y tuvo dos visiones del Santo Padre, una en bargo ,a tradición acepta por jefe a San Buenaven– tura, a pesar de que San Antonio, además de sus relaciones con el fundador, fué también discípulo del autor de 1a Jnui,ta1ción de Cristo, según probare– mos en otro estudio ( 1). Puesto todo esto por delante, entremos a diseñar la literatura mística del seráfico doctor que es ver– daderamente prodigiosa. Lleva San Buenaventura el título de Seráfico, porque en él se hallan reunidas las prerrogativas de serafín descritas por el pseudo Areopagita en su Hierarchia Celeste. Gersón ha dicho que mientras a otros doctores se les da el nombre de querubines, San Buenaven– tura es a la vez querubín y serafín, porque inflama el corazón y alumbra el entendimiento (2). El mis– mo elogio hizo de la doctrina seráfica Monseñor Darboy en la J ntroducción a las obras del pseudo Areopagita. (1) El problema místico, en preparación. (2) In laudem Doct. S. Bonavent.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz