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INFLUENCIA EN STA. TERESA Y S. JUAN DE LA CRUZ 191 go expuso San Juan de la Cruz. Ténganse en cuenta estos tres conceptos bonaventurianos: «ascensus in caliginem», «Docta ignorantia» y «nocturna et de– liciosa illuminatio», y luego léase el sublime escrito del «Santo de la nada», poeta y amoroso como el Seráfico Maestro. Aquella obscuridad que es a la vez una ilumina– ción suprema, porque tiene lugar en la cima, vértice o centro del espíritu por encima de las investiga– ciones mentales, y aquellas tinieblas inaccesibles don– de el entendimiento se sumerge en la noche obscu– ra, se tratan en diferentes libros del Maestro fran– ciscano ( 1). Siguiendo a San Juan de la Cruz, el Padre Feli– pe de la Santísima Trinidad trata de la contempla– ción pura que se tiene sin fantasmas «oratio in ca– ligine (2) ». Esta contemplación pura se enseña en el ltinera.rium (3) de San Buenaventura. «Absolu– to puro mentis excesu, omnia deserens et ab omnibus absolutos ascendens ... » La mente del Seráfico es que en la contemplación de las almas muy perfectas se da cierto grado de contemplación pura «quae fit sine concursu phantasmatum. Si autem quoeres quo– modo haec fiant, interroga gratiam non doctrinam, non lucem .sed ignem totaliter inflamantem», etc. (4). (1) Cfr. Col! in Exameron, XX, n.º 11.-'-Breviloq., 1. c. -Itinerarium mentis in Deum, c. VII, núms. 5-6 cte. (2) Sum. Theol. mystic., p. II, tract. 3, disc. 2, a. 2. (3) Cap. VII. (4) lb. n.º 6.