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INFLUENCIA EN STA. TERESA Y S. JUAN DE LA CRUZ 187 elegante estilo, por mandato de los Reyes Católicos, el franciscano Montesino, según reza la edición de 1551. l.,a primera edición se hizo del 1502 a 1503. Mon– tesino, al traducirla, le <lió el título de Vita Christi cartu.xani. En este libro aprendió Santa Teresa las señales que han de tener los que comienzan y aprove– chan y aún los perfectos para entender, está con ellos el Espíritu Santo; pero en eJ Padre Osuna apren– día la alta mística. Si se me pregunta por qué esti– maba tanto a este autor, se puede contestar : porque el Padre Osuna era un autor practicante de lo que escribía, como dice el Padre Mir ( 1). No se encariñó de edad provecta con el célebre libro franciscano. l.,o dice ella misma que siendo jo– ven y ,estando enferma en el monasterio de la Encar– nación de Avila, fué con su padre don Alfonso Sán– chez Cepeda a la villa de Becedas para ponerse en manos de una persona calificada para curar ciertas enfermedades. Pasó por Hortigosa, a tres leguas de Avila, y allí encontró providencialmente el Tercer Abecedario, que es libro copioso, y el tío, de quien era el libro, se lo regaló y ella se lo llevó a Beceda y luego al convento. Por consiguiente, el magisterio del Padre Osuna duró casi toda su vida religiosa. En su biblioteca aparece otro libro franciscano ilustre y bello, que como en un rico joyero encierra ,bellísima enseñanza de pensamientos adiamantados. Es El arte de servir a Dios, del Padre Alfonso de (1) E<lic. de 1901. Discur. preliminar, XXIX. Fra,-J Alfonso de Madrid,