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INI>'LUENCIA EN STA. TERESA Y S, JUAN DI', LA CRUZ 185 has ha formado un museo biblioteca teresiano, le– vantándo1o pieza por pieza y libro por libro : más de 3.000 volúmenes ha reunido en su señorial casa solariega de Avila. Por esto se ve que es un espe– cialista en litera:tura teresiana. En su discurso elogio sobre Santa Teresa, leído en la Real Academia de Historia el 25 de octubre de 1922, dice que Santa Teresa estudió la Biblia, aunque no sabía latín, en la versión que hizo de las Epístolas y Evangelios el franciscano Fray Ambrosio de Montesinos en 1512. Del Abecedario de Osuna dice que el ejemplar utilizado por Santa Teresa se conserva en San José de Avila, pero que le falta la portada, por lo que no es fácil adjudicarle fecha ni data ( l). Santa Teresa misma asegura que tuvo por maes– tro al Padre Osuna, y aunque no nos declara las causas, se nos figura que .podemos señalarlas, afir– ma el señor Moguel. Santa Teresa, por repetidos testimonios de la mis– ma, rara vez podía discurrir con el entendimiento en la oración, sino con el corazón, y este libro ( ter– cer Abecedario) precisamente se distingue en que va por vía de quitar todo pensamiento y de seguir por completo los caminos del amor (2). Ya dijimos que el libro que ella usaba trata del camino que debe traer el que en «puro espírit1,1 se quiere llegar a Dios». Por eso declara la Santa que le tuvo por (1) Pág. 34~5. (2) Obra citada, pág. 33.