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Nuestros mís– ticos 'y Santa Teresa: Padre Osuna. 181 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA de la vida franciscana. Léase el capítulo II del Camino de perfección y dígasenos si aquella sublime pobreza que aconseja y practica, no está aprendida de la seráfica. ¿ A quién imitó en fundar sus casas sin renta, sino a la ínclita Clara de Asís ? Ella mis– ma cita a esta ilustre hija del Seráfico Patriarca. Decía Santa Clara : <<Grandes muros son los de la pobreza (1).» En la 6.ª Moradas (2) trae Teresa dos ejemplos franciscanos: el de San Francisco como tipo del júbilo espiritual, y el de San Pedro Alcántara, que también iba por las calles dando voces, obligado por exceso de amor. Otra vez en la séptima Moradas menta a San Francisco, ,para recordar su celo por las almas. Aquella exposición que hizo la Santa sobre el Pa– ter noster, como último capítulo del Camino de per– i ección, parece inspirada en la otra más breve, pero en el mismo sentido, hecha por el Seráfico Patriar– ca (4). Respecto a la influencia literaria sobre Santa Te– resa, no hay sino mirar su biblioteca y las citas de sus libros. El marqués de San Juan de Piedras Al- (1) Camino de perfección, II, n.º 7. (2) Cap. VI, n.º 11. (3) Cap. IV, n.º 11. (4) Opúsculo Ad Claras Aguas, 1904, págs. 111-121, 196-197, que empieza: «Patre nostro beatissimo e Santissi– mo Creatore nostro; Redentore nostro e ·consolatore nos– tro», etc.