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INFLUENCIA EN LOS «EJERCICIOS» DE SAN IGNACIO 175 Según declaración de Suárez ( 1) el libro fué com– puesto «ad totius populi christiani utilitatem spiritua– lem». Se ve por toda la contextura que su ordena– ción busca la conversión de las almas, pero ¿ acaso el temor de Dios que inspira no es el principio de la sabiduría? Para San Buenaventura, hasta el temor de Dios servil es un don del Espíritu Santo, y San Ignacio debió profesar este principio seráfico para utilizarlo ,cual palanca en el mejoramiento y santificación de las almas ya convertidas. El Padre Astrain en su Historia de ta Compañía, dice: «No son los Ejerci– cios para hacer santos, sino para que el hombre se íi"esuelva a ser santo.» Un dato conocido en la historia de la mística nos pirá algo más. Cuando la Compañía comenzó a co– rrer el mundo, sus pensamientos sobre asuntos de ,eontemplación eran con exceso prwáentes. Vese esto con recordar que el Padre Baltasar Alvarez, direc– tor de Santa Teresa, rpanifestó al modo de ver de los _suyos demasiado misticism.o, y de ahí le vinieron algu– pas contrariedades dentro de la misma casa, y la razón 1de ello parece que fué aquello de que «los Ejerci– cios no hablaban más que de oración ordinairia». Sucedía esto, según el abate Sandreau, allá por el año 1578 (2). A nuestro juicio, sin embargo, no ha- (1) De religione, lib. IX. (2) Sin embargó el Padre Alvarez fué director de San– ta Teresa seis años, 1558-1564, los años más penosos de la Santa.

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