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172 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA luego de compañeros tan notables como Santiago Lainez, Alfonso Salmerón, Nicolás Bobadilla, Si– món Rodríguez, y comenzó el Instituto Ignaciano en 1534, día precisamente de 1a Asunción de la Vir– gen. Había recibido del cielo el instrumento princi– pal de su apostolado mundial, el libro de los Ejerci– cios, que escribió en Manresa. Los m•r•icios. Lo que fué la Imitación durante el lapso de tiem- po qne corre del siglo xrn al xvr, es ahora el libro de los Ejercicios. Tiene este libro grandes afinidades con la Orden franciscana, como aquél. Hay quien ha pretendido probar que la Orden de mayor influencia desde el siglo XVI es la Com– pañía, y precisamente por el método de los Ejerci– cios que emplea. Es, desde luego, el libro más popular después de la Imitación de Cristo, ese que escribió Ignacio; ase– guran que en frase de un papa ha hecho más con– versiones que letras tiene. Sea. Será también una gloria de nuestra literatura mística el haber contri– buído a su composición. La primera edición apareció en 1615 con un pró– logo del Padre Bernardino de Angelis, y pareció a muchos que era libro sólo para gente de rnnndo. Que los Ejercicios hablan con los incipientes, es cosa fuera de duda, y acaso fué ese el blanco prin– cipal de su autor; ¿ pero es sólo para ellos? No. Es indudable también que por su medio se santificarron muchas almas.