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INI!'LUE:NCIA EN LA ~IMITACION DE CRISTO» 165 inpuggire alla vigilanza degl'Inquisitori che i fra– tri della penitenza furono ingiustamante coinvolti melle iudette condamne ( 1) .» La génesis de la Imitaci6n de Cristo puede tam– bién reconocer un origen franciscano. Se ha queri– do remontar al siglo xv la redacción de esta obra. Ignórase aún quién fuese su inspirado autor; mas se puede demostrar hoy qne no ftté Tomás de Kem– pis el genio que la compuso. Recientemente el abate A. Delasus, en una sínte– sis de sus estudios franciscanos, ha declarado que es equivocada la creencia tradicional, creencia de masas más que de eruditos, que siempre andaban éstos a la búsqueda del verdadero autor del libro de oro. Vamos a resumir su tesis en breves palabras. El alemán Tomás de Kempis, canónigo de San Agustín, ftté un monje que nació en 1380 y murió en 1471. Kempis nunca hizo una sola declaración en el sentido de pertenecerle el libro, durante los noventa años que vivió. El que el libro llevase el nombre de Tomás de Kempis y a él se le adjudicase, tenía la razón si– guiente: Kempis era un excelente calígrafo y dedi– có sus eximias habilidades a transcribir manuscri– tos y obras como la Biblia, las de San Bernardo,. etc. (1) Cfr. A. Fr. Hist. XVI, 442. Il Concilio di Vienne e la genesi della Divina Com,media (Torino). Extracto De ars italica, an. IX, n. 6, 20 maggio 1921. Tomás Kempis. de