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LOS MISTICOS DEL SIGLO XV E:N ADELAN'rE 145 misticólogo francés, Osuna pensaba y sentía como San Francisco y como Escoto (612 y 622). En lar– gos extractos de los libros del hablista y místico es– pañol, hace ver su correspondencia y concomitan'– cias con Escoto sobre el «ser de Dios», «la vida de Dios», «la obra de Dios» ( 1). Hemos dicho que Osuna fné el místico español más leido y acaso el más notable de su tiempo, y no lo hemos afirmado a humo de pajas. Comentando las relaciones de Osuna con Santa Teresa, dice don Antonio Sánchez Moguel: «Con sus cinco Abe'Ced(lJ– rios, fué el místico español uno de los escritores que mayor influencia ejercieron en el floredmiento del propio misticismo en las clases todas de 1a socie– dad (2) .» Acaso el más místico y hondo de sus Abe'Cedá– rios, es el que usaba Santa Teresa:, y trata del cami– no que debe seguir el que en puro espfritu se quiere llegar a Dios. Se divide en 23 tratados por orden de abecedario, tomados ele las iniciales eón que dan comienzo las materias (3). (1) Véanse los tomos XXIII, 1910, (293-3H). XXIV 1910 (266 387 409 554, 630). XXI 1911 (Í69-190). (2) Obra citada, pá,g. 32. (3) Cosa notable es que la Inquisición que tantas obras espirituales en romance prohibía, dejara correr los libros del Padre Osuna. En el Indice expurgatorio de 1747 ve– mos sin embargo corregidos algunos pasajes, uno del pri– mer abecedario y otro del segundo, pero nada del tercero que es el más alto, profundo y místicó. 10