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12 INTRODUCCION A LA MISTICA FRANCISCANA res y entre ellos al famosísimo Ruysbrochio ( 1293- 1389) que vivió ciertamente en la edad de oro de la mística, que bien puede adelantarse un poco al si– glo XVI, que fué la edad de oro de la literatura es– pañola. Ruysbrochio fué en los Países Bajos maestro de Blosio por sus escritos, de influencia indudable en otros muchos místicos del siglo XIV y compañero de Instituto de los teólogos de San Víctor de París, cuya literatura mística es tan conocida. La Orden del Cister nos presenta tipos de la talla de San Pedro Damiano, San Juan Gualtero y San Bernardo, que puede ser reconocido como Príncipe de su Orden, sobre todo en sus Comentarios al Can– tar de los Cantares. El abad de Claraval hizo de su Instituto una escuela de alta mística, cuya influencia se siente en toda la Edad Media posterior. Se ha hecho célebre su frase: «Sic accedit ad sumendum cibum sicut ad tormentum ( 1) .. » Aunque se le Uama doctor melífluo, dista mucho de la dulzura de San Francisco de Sales. Cuando se leen sus Cartas y Sermones, se extraña uno de encontrarse con ciertas frases duras y lacerantes in– vectivas contra sus enemigos, que se apartan mucho de la melifluidad soñada.. Los Ca.rtujos brillan entre muchos con el insigne y nombradísimo Dionisio Cartujano Dionisio Byer– kel ( 1402-1471) cuyas obras multiplicadas son clá- (1) Vita prima, lib. I, cap. 22.

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