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-113- « Vendrá su Espíritu y renovará la faz de la tierra>>. En el mundo, a 111., hay dos vertientes dis– tintas, completamente opuestas en sus dodrinas y en sus formas sociales; entre esas dos vertien– tes se alza una cruz; y al pie de esa cruz un cá~ liz que conmemora la pasión del Redentor. Di– ríase que es el centro de la Iglesia, el sol que ilumina al mundo, el árbol de la vida que tiene sus raíces en la tierra, y toca con sus ramas el cielo. ¿Quién ha dado fortaleza a las vírgenes para que todo lo abandonen y se sacrifiquen por amor de Jesús crucificado? ¿Quién ha hecho a los mártires, a los monjes, a los penitentes, a los apóstoles de todos los tiempos? Preguntad a San Lorenzo, a Santa Inés, a San Francisco, a San Pascual, a San Francisco Xavier, a Teresa de Jesús, a San Francisco Solano; al P. Claret, y ellos os mostrarán el Sagrario, como lo muestra la matrona del célebre cuadro de Rafael sobre la disputa del Santísimo Sacramentó que se conser– va en el Vaticano. Ciertamente, el Dios de la Eucaristía esla vida del alma, el que la rejuvenece y la con– forta desde que entra en el mundo, hasta que sale de él. ¿Quién nos da la vidadivina, ha– ciéndonos hijos de Dios con el agua del Bau– tismo? El Dios de la Eucaristía. ¿Quién nos arma caballeros y nos da fortaleza para luchár denonadadamente con los enemigos del alma, y 8

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