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- 84; = protestal)tes) la mayor parte lo hacen por mo– tivos poco honrosos .. (1). fa;to hc1cfa, exclamará Mr. Malcón: Hay algo de inexplicable el}, la esterilidad. dt:- las misiones protestantes. Eso, inexplicable es la absurdidad del protestantis– mo y la maldición que como obta del infierno, lleva sobre sí. CAPÍTULO V. Huellas cfel protestanu~mo.-,EI Ubre exámen. -Por lo que acabais de exponer me conven– zo de que esa heregía no puede encerrar Ver– dad ni puede representar en la tierra la misión de J. C. -~Así es en efecto y por eso débese condenar y procurar arrancar de los entendimientos toda idea que favorezca aL protestantismo. -Pue~ no me acabais de afirmar que está ya muerto? -Sí, lo está como sistema doctrinal, y es. (1) De esta verdad hemos podido adquirir compro– bación plena en nuestro viaje á América fm.1906, por– que puditri.os saber que habfa muchos que se presta-• ban á ser bautizados en. el protestantismo por solo el. peso americano, y luego no hacían caso de la religión.