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- 121 - -de los cooperadores en la redacción del Sylta- bus. El cardenal Luciano Bonaparte, de la ca– sa de los Napoleones, ángel de piedad, corno, le llaman los que le conocieron. El cardenal Parochi, Vicario de Roma. El cardenal Rafael La Valletta, que profesó, en manos de nuestro P. General Egidio de Cor– tona. E! cardenal Sanfelice, héroe de la caridad. Los cardenales Juan Sirneoni, Eduardo Maning: Luis Oreglia, Luis Canosa, Cayetano Alimon~– da, Domingo Agostini, Enrique Neurrian, Jaco– bini, Macechi, entusiasta por la orden y otros, como Mercier, célebre filósofo en la época ac– tual. -Es decir, ¿casi todos los más célebres de nuestra época? -Efectivamente y aun hemos dejado de ci– tar otros. -A qué obedece esa estima que hombres tan ilustres han hecho de la V. O. T? -Al amor grande que Pío IX y León XIII profesaron á ella y á los repetidos elogios que los pontífices han prodigado á la obra de San Francisco de Asís. -Recordáis en la historia algún otro Papa tan entusiasta por la V. O. T. corno lo es León XIII? -Difícilmente encontraremos, aun buscán– doló con cuidado/sin embargo, Nicolás III, á 4uien San Francisco bendijo y profetizó el pon-
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