BCCCAP00000000000000000000165

Novena 47 culares, debemos, con todo, al cumplir lo que la obec;liencia nos manda; conducirnos en tal modo que nuestro corazón no se aptlr– te de Dios; antes bien,, seq. nuestro principal trabajo- permanecer siempre unidos, a nues– tro Criado:r: y Salvador, y a la Virgen su Ma– dre. Porque un religioso que no está siem– pre en oración, se halla muy sujeto a ten– taciones diabólicas, y corre riesgo d'e caer en o,fensas, de Dios. 2. 0 ¡Ah, Dios mío, Dios mío, Jesús mío! amor mío, vengo a Vos; no os alejéis; ven– go a Vos, esperadme, oh alegría de mi cO:– razón, amado Hijo, de la. Virgen, vuelo ha– cia Vos, esperaqme. 3. 0 A los religiosos jóvenes: Santitos, procura~! practicar diligentemente las reglas de mortificación aprendidas en el noviciado, porque la experiencia enseña, que los há– bitos de virtud o de vicio que se forman en los primeros años de religión, duran gene– ralmente hasta la vejez y se llevan hasta el sepulcro.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz