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demonio y sus secuaces: "Pondré enemista– des entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo". Por eso los verdaderos hijos de María están obligados, no solamente (A) a abste– nerse ellos y los suyos de las obras opúes– tas a la gloria de Dios, como son: enseñanza neutra, propaganda irreligiosa o inmoral, lenguaje y proceder indignos de un bautiza– do, etc....., sino también (B) a combatir posi– tivamente, por todos los medios que estén a su alcance y a precio de sudores y sacrificios, todas las empresas y prácticas contrarias a la gloria y soberanía de Cristo. Recuerden su , genealogía: son de la raza de la Mujer ene– miga del demonio. Luchen denodados para impedir toda alianza. de la verdad con el error, toda inteligencia, todo compromiso con los representantes de Belial; que no sea todo en ellos candor y sencillez. Declaren guerra sin cuartel a todo lo que ataca la fe; ellos son los hijos y servidores de la Mujer fuerte, destructora de todas las herejías. Den pruebas, en fin, de que son de una raza gue– rrera, y sean estas pruebas, no vanas pala– bras ni hermosos ensueños en el rincón del hogar, sino obras llenas del amor de Dios, que se mostrarán consagrando a la buena ·causa su trabajo, sus energías, su dinero...,