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~29-'- medio que tan buen resultado ha dado a tantos ·santos prelados y misioneros; acúda– se a María y coµdúzcase a Ella los fieles. Que la Virgen sea la cooperadora·de nuestro apostolado, y no comencemos jamás ningu– .na empresa sin haber solicitado su valimien– to y reclarnadq su socorro: III APOSTOLADO DEL SACERDOTE .DE :t"JARíA, REINA DE LOS CORAZONES El apostolado es' hoy día muy justamente una de . las principales preocupaciones del sacerdote. Todos a porfía proclaman su in– negable importancia y la necesidad de adies– trar en su práctica a los ministros del altar. Y aun diríamos que en alguna ocasión se da excesiva preponderancia a la parte ma– terial, y no .se tiene en cu.enta que la fecun– didad de las obras está en relación con 1 la vida interior, y que, en resolución, los• ver– daderos operarios de Dios son los Santos. Por esta razón hemos tratado, en primer lu– gar, de la vida interior del Sacerdote de Ma– ría, bosquejando ligeramente cómo debe