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-27.- lo confiáis a las manos poderosas de María. Sin salir de vuestra parroquia, ni siquiera de vuestra · habitación, seréis apóstoles, así· de los que os rodean como de .los que se en– cuentran. más apartados d,e vo~otros. Para la Santísima Virgen no hay distancias,' pues obra rápidamente en uno y otro extremo de la tierra. Esa oración, empapada en lágri– mas, que sube de vuestro corazón quebran– tado hacia el trono de María, descenderá de allí cargada de gracias, y volando cual nube benéfica llevará la frescura y lozanía a las almas agostadas, y hará acá una vocación su– blime,y sugeriráallá el más doloroso arrepen– timiento. Esa instruccróri que vosotros pre– paráis con tan b4ena intención en el silencio de vuestra celda y que de nada aprovechará a vuestros oyentes rebeldes, la Madre de Dios la hará escuchar a corazones mejor dis– puestos. Un auditorio lejano se sentirá en– ternecido a.la voz de un misionero; pero el fruto abunda.nte será la recompensa, no del celo del predicador, sino del vuestro. Gra\'ias a María, medianera universal, predicaréis y convertiréis a gente de quien os separa gran distancia. 6. 0 Ser mediadores entre Maria y las almas. - 's¡ os habéis consagrado ~ M~ría