BCCCAP00000000000000000000164

-25- promesa que el B. Montfort hizo a aquellos que viven como fieles esclavos de la Santísi– ma Virgen!: "El alma de María, dice, se co– municará a vosotws'para glorificar al Señor; su espíritu sustituirá el vuestro para regoci– jarse en Dios". ¡Dichosos los sacerdotes que cada mañana ofrecen el Santo Sacrificio ani– mados del espíritu de María, abrasados en los puros ardores de su alma virginal! ¿Por ( . qué no hemos de ser nosotros .estos dichosos sacerdotes? Aun cuando n'o hubiésemos ~e– cibido las Sagradas Órdenes sino para cele– brar estas Misas fervorosas, nadie podría til– dar de inffu.ctuoso el talento que senoshabía confiado. Dios recibiría en ello gloria in– merr~a; y tanto nosotros como el prójimo, in– calculable provecho. Además, como San Juan, M. Olier, el P. Condren, los Sulpicianos, los Oratorianos y tantos otros, podríais de tiempo en tiempo,. el sábado, porejemplo,y singularmente el primer sábado de cada mes, ofrecer el Santo' Sacri– ficio a. las intenciones de laSantísima Virgen. Nadie en el mundo, después de Dios,sabe apli– car los frutos con más sabiduría y munificen– cia. Si vuestra pobreza no os permite usar de esta generosidad para con Ella, dadle al me– nos la mayor parte que podáis, y rogadle que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz