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-23- sus ihtenciones, le aplicaréis las palabras · de los sublimes cánticos que el. Espíritu Santo inspiró a· David, su antep~sado;. en una· palabra, recitaréis . ei Breviario ·con Ella,. y le ,diréis la súplica de San Bue.na~ ventura:· Sit in. me anima .lúa ut. magnificet Dominuni!' ¡Qué provecho sacaba · para sµ alma el ,aposto! San Juan cuando álternaba con 1a divina Madre en ei canto de. los Sal· · mos! De esta mismaldicha participaréis.vos· otros.si consideráis que María está arrodiHa~ da a vuestro lado, que repite vuestras oracio· nes y, haciéndolas pasar por sus labios ht- , maculados, las purifica, adorna, embellece ' pára presentarlas ante:el trono de Jesús; 4. º Ofreckr la s'lnta Misa . con María y · para María. ......:. En el altar somos sacerdo– tes en toda la exteq.sión de la palabra, porque en el altar ofrecem:bs la Santa Víctima. So– . mos también allí, más qu~ en otra parte alguna, sacerdotes de ·María. Adem4s, · ¿no n'os unirios en este lugar má'.s estrechamen· ·te a Ella y nos hacemos cada vez más hijos suyós'? El altar es siempre el Calvario, en donde Jesús renueva su gran sacrificio; donde recomienda el .mundo a la solici· tud de 'su Madre; donde,· sobre todo, .: 'le , cohfía los sacerdotes que son sus amigos pri- , . ' / ! 1,