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.,..-16- eran verdaderamente sus capellanes, y por lo que a M. Olier toca, tomó este título por orden de su divina Maestra. Estuvo a punto de aparecer en la Iglesia una nueva asociación bajo el nombre. de "Capellanes de.Nuestra Señora".También el presbítero M. Texier y los Padres de la Compañía de Ma– ria habían pensado, en un principio, dar este título a los miembros de la Asociación que es tema y asunto de este trabajo; mas en Ro– ma, varios cardenales, del todo consagrados al asunto manifestaron que esta palabra,que se prestaba a otros sentidos, no expresaba exactamente en todas las lenguas la idea y fin de la Asociación. En consecuencia, no obstante el recuerdo histórico que hubiese evocado este título de "Capellanes de Ma– ría", fué reemplazada por el de "Sacerdotes de María". Un Jesuí;a canadiense, el P. Chaumonot, muy devoto de la Santísima Virgen, acari– ció durante algún tiempo el proyecto y es– cribió con este fin al Beato Juan Eudes, fun- ,.. dador de los Eudistas. Deseaba que todos los sacerdotes se unieran en una piadosa liga para amar y honrar a María, mani– festarle su gratitud por habernos dado a Je– sús, que es nuestra vida, en el Santísimo