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-11- cundar su apóstolado y extender el imperio de Jesús por .María. Tal debía ser la divi– sa y blasón de. esta A$,octac,i(m.. Lü<s. hi)O's del B.· Montfort acogieron con entusiasmo esta petición. 1 El Superior general llevó este proyecto a Roma y lo estudió juntamente con el Cardenal Protector V. V~nnutelli y el Cardenal Vives;quienes presentfiron el asun– to al. Soberano Pontífice, y' ~ste se dignó aprobarlo. y conceder los privilegios solicita- dos. · · · Por una coincidencia admirable,· parece• que Dios halJía preparado por sí mismo el, terreno a este nuevó plantel. De algún tiem– po a esta parte,el culi:o de María en su unión y comunicaciónconel sacerdocio,el divinÓ Sa- . crificio y laEucaristía va adquiriendo ún des– envol.vimiento antes des.conocido. Se esti¡dia, , con entusiasmo a la Virgen Sacerdote, en, el r sentido. definido por la Teologla, y algunos ·institutos se consagran a rogar de.. un modo especial a la Santísima Virgen por la san– tificación del clero. Aún más;,no sólo ahora, sino ya en el tiempo pasado vemos la mani– festación y cóntinuo acrecentamiento de este pensamient,o. En las artes como en las cien– cias, las ideas, !.as invenciones, los procedi– mientos, tienen S1.J- preparación; los sabios