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Los elementos vitamínicos del complejo B, con la salv':l• dad de la ni2.cina, se encuentran en la alimentación popular eri. proporciones muy bajas y ~on insuficientes; si se conside– ran las cantidades mínimas que ~e exigen. · Ahora bien, la cuota de niacina aparece satisfactoria¡ pero si tomamos en cuenta que la mitad del aporte de esta vitamina proviene de la carne y que este alimento no es consumido frecuentemen"' te, o regularmente, entonces existe peligrn de déficit al igual que lo que ocurre con las otras •vitaminas. Creemos que la situación debe ser algó semejante en las regiones mineras, En la población rural se compensan las ci-. fras bajas de vitaminas con la ingestión de harina integral. En consecuencia, en nuestro medio -existe un déficit de complejo vitamínico B. Observatorio que está de acuerdo con investigaciones efectuadas en Estados Unidos e Inglaterra. Surge una pregunta, de inm.ediato: ¿Cuál podría ser la solución ante este problema de deficiencia en factores funda• ·Inentales de nuestra nutrición? Tres soluciones se han propuesto: (1) Mejorar 1~ 1llimen• tación del pueblo; (2) Agregar las vitaminas en déficit a la dieta común y corriente y (3) cEnriq~ecer, algm]OS aiimen– tos usuales con esas vitaminas (el senador y profesor Dr. -Cruz · Coke propuso el cenriquecimiento, de nuestras harinas, con las que se elabora el pan). · Una cuarta solución,. más económica, práctica y de vasto alcancé, pensamos, es la que consiste en mejorar el valor nu• tritivo de nuestro pan. Por las razones siguientes: En la hari– na que proviene de un cereal, como_ es el trigo, se encuentra la totalidad de los elementos del complejo B, el pan es un alimento muy apetecido, 11e consume mucho, contribuye con.

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