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Capítulo 3 P. EUGENIO DE OLIVA 109 (1556-1613) Cuán verdadero seael testimonio que da el Espíritu Santo en abono de los justos en el 4 de los Proverbios, es prueba grande la vida admirable del venerable y seráfico P. Fr. Eugenio de Oliva; iustorum semita (dice) quasi lux splendens, procedit, et crescit, usque ad perfectum diem : el camino o curso de la vida de los justos camina y crece como clara y resplandeciente luz, hasta ser día perfecto. Comienza la luz del día a rayar por lamañana por ser poca, y subiendo poco a poco, viene a ser mayor, que destierra las tinieblas, y llegando a mediodía y cuando [?] todos sus rayos y resplandores todo lo llena de luz, que ni sombra se descubre a su presencia, todo es luz y día perfecto y claro. A estos tres estados de luz compara el Espíritu Santo la vida de los justos, que toda es luz, pero no siempre igual. En los principios de la suya es corta, es como la de la aurora, y creciendo más la virtud y conocimiento de Dios viene a ser mayor, y a ser ellos más justos; y subiendo de una virtud en otra virtud y de una claridad en otra mayor y de una en otra perfección, vienen a ser día perfecto y claro, bañados todos de la luz y resplandores del sol dejusticia, Cristo, que lo alumbrará todo, que ni sombras de culpas, ni de ignorancias, se muestran a su presencia. Estas claridades y aumentos de luz celestial se vieron en la vida del venerable y varón justo, el P. Fr. Eugenio de Oliva. Toda la suya fue luz resplandeciente y hermosa, con los aumentos mayores que dice el Espíritu Santo. Despidió ya la suya rayos divinos en el crepúsculo de sus primeros y tiernos años. Tan prevenido de luz, de Dios en ellos, que fue admiración la suya a cuantos lemiraron. Fue subiendo y creciendo a mayor la suya; entró en la regular Observancia bajo el estandarte de nuestro seráfico Padre, donde fue subiendo de una virtud en otra y de una claridad y Tomado de A N T O N IO D E A L IC A N T E , Parte primera de las Crónicas, 250- 276. 71