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En cuanto a las disposiciones tomadas en este Capítulo, hay una que afecta a Valencia; se determina que el convento de Alzira no se construya hasta el próximo Capítulo Provincial para poder experimentar si el lugar es saludable, pues iba a estar al lado mismo del río Júcar .81 novicios y cualquier religioso hasta llegar a la perfección consumada. También escribió un Epitome de la doctrina cristiana. Am bas obras se im prim ieron en Valencia. Después de haber contribuido a la glo rificació n de la Provincia con esclarecidas virtudes y con sus escritos, m urió santamente, confortado con los sacramentos, el año 1615, en e l convento de San A ntonio de Lérida. (E U G E N IO D E V A L E N C IA , Necrologio, 270). Tratando de los m ísticos capuchinos, de la obra del P. Jerónimo de Segorbe, Navegación segura dice M elquíades A N D R E S , Historia de la mística de la Edad de Oro en España y América. M ad rid , B A C M aio r, 1994, 409: E l prim er autor importante es Jerónimo de Segorbe (+1615). E n la segunda parte de Navegación... para el cielo (1611) desarrolla ampliamente todo lo referente al nombre y esencia de la m ística, modos de silencio, llam ada universal, recogim iento interior y exterior, m editación y contemplación. L a m editación discurre; la contemplación goza. Unos la llam an teología m ística, otros arte de amor, unión, alteza, cautividad, incendio, refugio, reino de D ios, sabiduría. Por ella el hombre llega a D io s y se hace un espíritu con él por unión de voluntades. L a contemplación afectiva o unitiva conduce al grado más alto de unión. S ilencio es la manera más alta de contemplación. D escribe tres clases de silencio. E l de los melancólicos , que considera pernicioso y peligroso; el de los alumbrados, gente que no piensa en D ios, ni en su propia vileza, ni en la sagrada Pasión, n i hacen acto alguno, sino que afirm an que sola la gracia de D io s ha de obrar en ellos. E l tercer silencio santo, m eritorio y verdadero en su obrar... los interiores ejercicios con un especial reposo y santa quietud, no discurriendo, especulando, inquiriendo... E s un pensar sobre todo pensar, una memoria continua y fija en D ios, una voluntad tan empapada como una esponja en e l mar... E l alm a se ha ad modum auscultantis, recipientis et patientis. Jerónimo resume con claridad de predicador la herencia franciscana, especialmente de Francisco de Osuna, enriquecida con santa Teresa. D e l Tercer Abecedario toma tres grados de silencio y describe los favores singulares que D io s concede en el último: dolor y lágrimas, amor, visiones, presencias, locuciones, sentim ientos, jú b ilo s, exultación, m ovim ientos anagógicos y caligo o lumbre superintelectual, que sobrepuja todo entendimiento, de tal manera que entonces entiende y siente más altamente que nunca de D ios, y la voluntad es inflamada vehementemente en el amor. A N T O N IO D E A L IC A N T E , Parte primera de las Chronicas, 24, n. 46; Libro de los actos capitulares, 11 v-12r. Libro de los actos capitulares, 12r. 47

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