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Valladolid; Guardián de Ollería, Fr. Narciso de Denia .70 Se debió nombrar también Lector de filosofía, en Valencia, cargo que recayó en el P. Jerónimo de Hospitalet ,71 con lo cual sería el primer Lector de la Provincia de Valencia de quien se tiene noticias. Quien, a primera vista, parece que salió como perdedor de este Capítulo de la Corona fue el P. Serafín de Polizzi. Por su actividad y sus cargos, se ve que era el número dos de Valencia, y ahora quedaba sin nada. Tal vez esta situación le movió a marcharse a Italia, favoreciendo esta decisión el que por aquellos días fue nombrado virrey de Nápoles Juan Alonso Pimentel ,72 conde de Benavente, virrey de so licitó el ingreso en nuestra Orden. Profesó entre nosotros, en atención a su acrisolada virtud y gran prudencia se le nombró M aestro de novicios y Guardián. M á s tarde fue destinado a la nueva Pro vincia de V alencia, donde desempeñó los cargos de M aestro de novicios, Guardián, D e fin id o r y Custodio General. Amante de la pobreza seráfica, llevaba siempre el hábito viejo y muy remendado, los pies descalzos y sin sandalias, y dorm ía muy poco y sobre desnudas tablas, y además, muy parco en el comer. Cuando estuvo en Roma para asistir al C apítulo General, obtuvo del papa una bula para fundar en el convento de la M agdalena una cofradía en honor de la Inmaculada. Pocos días después de este viaje dijo a los Padres de la comunidad: “ M e voy a la enfermería, porque el P. Juan de Sahagún me llam a” . Se dispuso para m orir, y recibidos los sacramentos, entregó su alm a a D io s el 29 de enero de 1609, ocho días después de la muerte del P. Juan de Sahagún, en el convento de Santa M a ría Magdalena de M asam agrell. (E U G E N IO D E V A L E N C IA , Necrologio, 45-46). Libro de los actos capitulares , 11 v.; Libro 1 de vesticiones y profesiones, 58 y 63. Libro I de vesticiones y profesiones, 63. Juan A lonso Pim entel de Herrera ( ? - 1621), últim o virrey en V ale n cia de F e lip e II y primero de F elipe m (mayo 1598 a noviembre 1602). H ijo y heredero de don Antonio A lfo n so Pim entel de Herrera, se distinguió en la invasión de Portugal, ocupando Braganza y defendiendo posteriormente La Coruña contra los ingleses. Durante su gobierno F e lip e III y la infanta Isabel C la ra Eugenia contrajeron nupcias respectivamente con los archiduques M argarita y A lbe rto de A ustria en la catedral valenciana (1599). E l inusitado esplendor de la doble ceremonia no pudo enmascarar los problemas planteados: agravación de la cuestión morisca, desbordam iento de la ola de violencia y crecim iento constante del bandolerismo. Las prohibiciones de las armas de fuego, la vigilancia nocturna de la capital, la reordenación de los procesos de ausencia, el control de los m oriscos -a quienes se acusaba de encubrir bandoleros- y la persecución contra éstos fueron otras tantas 44