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Francisco de Toiosa (Jaime Sasojienzon). La primera piedra del convento definitivo fue bendecida y colocada por san Juan de Ribera el 7 de marzo de 1597. Antes de la terminación de las obras vino otro grupo de capuchinos de Barcelona ;40 estaba formado, entre otros, por el P. Buenaventura de Alhama de Aragón ,41 Definidor en acto, Fr. Juan Bautista de Sahagún ,42 corista, y los legos Fr. Mauro de Maella y Fr. Juan de 1599 fueron 11; en 1600 fueron 15; en 1601 fueron 17; en 1602 fueron 16; en 1603 fueron 11; en 1604 fueron 12; en 1605 fueron 11; en 1606 fueron 14; en 1607 fueron 18; y en 1608 fueron 17. Y téngase en cuenta que la estadística sólo recoge a los novicios-profesos, no a los que se salieron durante el noviciado. BASILI DE RUBÍ, Un segle, 209. P. Buenaventura de Alhama de Aragón. Perteneció en su juventud a la orden de San Bernardo en el monasterio de Veruela, donde permaneció algunos años. En un viaje que hizo a Italia conoció a los capuchinos, y quedó tan prendado de ellos que solicitó ingresar en la familia seráfica, cuyo santo hábito vistió. Era austero y penitente; dormía siempre sobre una esterilla o sobre el duro suelo; mezclaba la comida con ajenjo y nunca saciaba la sed; ayunaba diariamente y vestía siempre pobrísimo hábito. Fue repetidas veces Guardián, Maestro de novicios y Custodio. Ya de edad avanzada se le trasladó a la nueva Provincia de Cataluña, donde siguió edificando a los religiosos, y al fundar la de Valencia se le nombró para formar parte de la primera comunidad del convento de la Sangre de Cristo. En nuestra Provincia llegó a ser uno de los más fervorosos religiosos, contribuyendo con el buen ejemplo de sus virtudes y austeridad de vida al sostenimiento y fo­ mento del rigor propio de nuestra Orden. San Juan de Ribera le honraba y distinguía por ver en este santo religioso el verdadero hijo de san Francisco. Visitado por la última enfermedad, recibió con gran fervor los sacramentos, y murió en el Señor en 1597 en el convento de la Sangre de Cristo de Valencia. Este es el primer religioso que falleció en la naciente Provincia. (EUGENIO DE VALENCIA, Necrologio, 225). P. Juan de Sahagún. Ingresó en los capuchinos de Cataluña, y vino a la fundación de la Provincia de Valencia, donde se distinguió por su heroica caridad con los enfermos, religiosos, seglares y pecadores. Fue varias veces Guardián. Profetizó el desastroso fin del novicio de Carcagente, cuyos padres se oponían a que fuese capuchino. “ ¿No le quieren capuchino? Pues dentro de quince días -les dijo- lo tendrán muerto” . En efecto, el novicio dejó el hábito, y a los quince días fue asesinado. En un Capítulo General, al que asistió con el P. José de Cazorla, brilló extraordinariamente por sus virtudes y sabiduría. Enfermó en Roma, y suplicó y alcanzó de la Santísima Virgen le concediera la gracia de morir en su Provincia. Restablecido de su 3 3

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