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vinculada a Jerónimo Simón, y que tuvo una estrecha relación epistolar con Jerónimo Frígola, prior de la cartuja de Portacoeli. A este grupo se añadió el mencionado Antonio Sobrino, Lector en el convento franciscano descalzo de San Juan de la Ribera de Valencia, confesor y panegirista de Simón. También pertenecían a esta corriente de espiritualidad los carmelitas descalzos del convento de San José de Valencia, destacando entre ellos por la publicación de quince A b e c e d a r io s de espiritualidad el carmelita Juan Sanz (+ 1608). Está, pues, fuera de duda de que uno de los centros en Valencia del iluminismo y quietismo valenciano fiie el convento franciscano descalzo de San Juan de la Ribera ;'9 la participación posterior en la historia de esta corriente espiritual del P. Antonio Panes, franciscano descalzo, confirma la insinuación .20 Pero esto ya se desarrolla fuera de los tiempos que estamos tratando. Ahora bien, ¿los primeros capuchinos participaron en este movimiento quietista? Esta doctrina hace consistir la perfección suma del alma en el anonadamiento de la voluntad para unirse a Dios, en la contemplación pasiva y en la indiferencia en cuanto pueda sucederle en tal estado. Proclaman con más o menos insistencia la pasividad interior como condición esencial de perfección, persiguiendo un abandono total del alma, que aspira a ser absorbida hasta desaparecer en la esencia divina. Si leemos desde esta luz apenas esbozada la vida del P. Eugenio de Oliva, sobre todo, la sorpresa puede asaltamos por ciertas Jerónimo Simón, famoso sacerdote de San Andrés de Valencia, a quien el pueblo aclamó com o santo y cuyo proceso inacabado de beatificación fue causa de múltiples tumultos y sucesos durante todo el siglo XVH. D e sus relaciones con los cartujos de Porta Coeli se conservsa un epistorio dirigido a su prior Jerónimo Frígola entre 1640 y 1650. (Gran Enciclopedia, VI, 204). Véase también la voz “ Quietismo” , en Gran Enciclopedia, IX, 218. En otros escrito y documentos se la llama también Francisca Llopis. Téngase en cuenta que san Pascual Bailón vivió en este convento varios años. ¿Participó él también de la corriente iluminista y quietista? La publicación de su Cartapacio tal vez pueda arrojar luz en este asunto. Antonio PANES, Chrónica de la Provincia de S. Juan Bautista de religiosos Menores de la regular Observancia de nuestra padre seráphico S. Francisco. Valencia 1665-1666, dos vols., recoge las biografías de varias beatas vinculadas con el convento de San Juan de la Ribera.