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Su obra, Vida espiritual y perfección christiana (Valencia 1612) permite incluirlo entre los grandes tratadistas místicos hispanos. Sin embargo, su compromiso personal con la beatificación de Simón y la pugna ideológica que por esta causa libró contra los dominicos valen­ cianos le obligaron, primero, a exiliarse de Valencia y, después, a soportar diferentes ataques contra su libro y contemplar su prohibición inquisitorial definitiva con el argumento de no estar permitidas las controversias con herejes en lengua vulgar. El Patriarca fue amigo de todos los espirituales valencianos más conocidos, apoyó el establecimiento de cualquier orden religiosa, impulsó la constitución de congregaciones religiosas, fomentó la religiosidad popular y rindió honores extraordinarios a sus amigos espirituales muertos con fama de santidad, entre los que se encontraba san Pascual Bailón, Fr. Pedro de Santa María (procesado por la Inquisición en Llerena por “alumbrado”), las beatas Margarita moriscos menores de siete años. Fue devotísimo de la Inmaculada Concepción, en cuya defensa escribió dos obras, y consiguió que Felipe HI enviase a Roma una embajada con el fin de conseguir la definición de este dogma. Confesor del venerable Francisco Jerónimo Simón, fue uno de los patrocinadores de la iniciación de su proceso de beatificación. Parece que fue el eje e inspirador del movimiento místico-quietista valenciano, cuya importancia radica en haber propiciado el ambiente que vivió Miguel de Molinos durante los años en que residió en Valencia, antes de trasladarse a Roma. Murió en Valencia el 10 de ju lio de 1622, a los 68 años de edad y 46 de religión. D ios honró su sepulcro con multitud de milagros; en vista de lo cual, dos años más tarde, Felipe IV escribió al papa Urbano VHI una carta, fechada en Madrid a 23 de diciembre de 1624, interesándose en favor de su beatificación; a consecuencia de este real documento, el 22 de enero de 1625 el nuncio apostólico en Madrid, Mons. Julio Sacchetti dio un documento sobre la averiguación de las virtudes y milagros de este siervo de Dios, mandando que su cuerpo fuese trasladado a un lugar honorífico. Escritor de indiscutible mérito, se le deben, entre otras, las siguientes obras: De la vida espiritualy perfección christiana (Valencia 1612): fue colocada en el Indice de libros prohibidos por la Inquisición española; Diez diálogos sobre... el misterio de la Inmaculada Concepción (Salamanca 1612); Notaciones sobre el Apocalipsis', Sermones de Adviento, Cuaresma y de santos, y otros escritos. (Conrado ANGEL, Religiosos ilustres de las Seráficas Provincias de Valencia. Petra [Mallorca], Apóstol y Evangeüzador, 1988, 85; Gran Enciclopedia, XI, 42). 2 0

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