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Capítulo 7 P. SEVERO DE LUCENA151 (+ 20 enero 1624) Fr. Severo de Lucena, sacerdote de nuestra Provincia de Castilla? tomo él hábito de los Capuchinos en la de Cataluña. Imprimió uu epítome de su vida un hermano suyo, llamado don Sebastián de Tobar, sacado de la información que de ell¿ hizo don Fray Antonio de Biedí :% del sacro Orden de Predicadores, obispo de la santa Iglesia de Almeii Fue, pues, Fray Severo de ilustre y generoso linaje, y nació ea Lucena, pueblo insigne del obispado de Córdoba, en el reino de Andalucía. Entró joven en la Religión de los Capuchú- s, permaneciendo en ella ejemplar glorioso de las virtudes más excelentes, cuyo ejercicio parece llegó a restituirle al estado primitivo de i», inocencia, y por él al imperio sobre los brutos, como se vio en uoa ocasión, en que caminando y poniéndose a rezar las horas canónicas debajo de la copa de un árbol, mandó a las aves que en ella había üe ayudasen a alabar al Señor. Obedecieron prontas, y haciendo Fi Severo un coro, en la forma que las concedió la naturaleza respondí ellas con otro, y de esta suerte lo continuaron hasta que el siervo h Dios puso término a su tarea. Con las singulares ilustraciones que por la oración adquiría, predijo varios acaecimientos antes que sucediesen. Uno de ellos fue el de su muerte, como después veremos. Manifestaba a muchos para provocarlos a penitencia los más ocultos vicios del corazón. No sola, una vez aconteció pedir de improviso licencia al prelado para salir ie casa y entrar en las de algunos para ayudarlos a bien morir, habiendo conocido por divina revelación la fatiga en que los hallaba después. Otras veces buscaba encaminado del mismo espíritu a los que m Tomado de JOSE CALASANZ DE LLEVANERAS, Biografía hispa. : capuchina, 514-516.