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virrey, duque de Pimentel. Los capuchinos de Valencia formaron un Comisariato durante cerca de 10 años, de 1596 a 1606. En este año se e rig ió en P rovincia, y celebrado el Capítulo, al primer escrutinio, con alegría de todos, fue elegido Provincial el P. Serafín de P o lizzi, el cual ya se había vuelto a Palermo. Así pues, desde Palermo debió d irig irse nuevamente a Valencia, como primer P rovincia l de aquella Provincia. En 1608, después de un año y medio que era Provincial, fue a v is ita r aquella P rovincia el General Jerónimo de Castelferretti. El P. ■General tenía gran deseo de in tro d u c ir nuestra Orden también en la p rovin cia de C astilla , y quería a toda costa fundar un convento en su m isma cap ita l, es decir, M adrid. A ta l fin se llevó consigo a aquella ciudad a algunos religiosos, entre los cuales estaba el P. Serafín, Provincial de Valencia; y se alojaron en el hospital de los italianos. El rey Felipe III personalmente era partidario a que se introdujeran los capuchinos en Castilla y en Madrid; era el Real Consejo el que se oponía. Retrasándose el asunto, el General marchó para la visita dejándole el compromiso de proseguir a! P. Serafín de Polizzi, eligiéndolo como Comisario General de Castilla. En julio de 1609 se obtuvo finalmente el decreto de erección; pero no se obtuvo todavía el decreto de ejecución. Fue entonces cuando la Providencia hizo llegar a Madrid a nuestro glorioso S. Lorenzo de Brindis, en septiembre de 1609. Llegaba como Embajador de su Majestad Imperial de Alemania y como Nuncio de Paulo V para tratar sobre la Liga Santa contra los herejes. S. Lorenzo de Brindis tuvo la alegría y ¡a gloria de llevar a buen fin las negociaciones; y se le concedió a él el plantar con sus propias manos la cruz del nuevo convento el día 12 de noviembre de 1609. (Sobre este encuentro de S. Lorenzo con el P. Serafín de Polizzi y sobre la inauguración del convento véase la vida de S. Lorenzo, escrita por el P. lo ren zo de Aosta, Lib. II, cap. X, pág. 158-166; y el cap. XII, pág. 178-180). Y eí mismo S. Lorenzo obtuvo inmediatamente del rey el

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