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mismo valido, el señor duque de Lerma, dio las casas de su huerta para que morasen en ellas nuestras religiosos, los trajo a su casa y quiso ser Patrón del nuevo convento. Todas estas dificultades venció el P. Fr. Serafín, confiando en Dios, y con su paciencia y prudencia salió con gloria de todas, para que se diga de él con propiedad lo que de Moisés, que in diebus suis monstm placavit; y que su memoria es digna de alabanzas oír haber con su trabajo alcanzado tanta gloria a nuestra Religión contra sus émulos, que con tanto conato procuraron oscurecer la suya y su buen crédito. Para poner familia en el nuevo convento sacó de esta nuestra Provincia veinte religiosos.133 Señaló para su primer Guardián al P. Fr. Juan de Villafranca, varón insigne en santidad y prudencia, y predicador al P. Fr. Francisco de Sevilla, Definidor de esta Provincia Cuando todos estuvieron juntos, procuró establecer el mismo espíritu y rigor seráfico con que había fundado la Provincia de Valencia. En el coro se cantaban las divinas alabanzas, con tanta devoción y pausas ían grandes, que ios maitines llegaban a tres horas; ios ayunos muy rigurosos, con tan poco sustento que parecía milagro el poder vivir; las disciplinas cotidianas; los edificios con la misma humildad y pobreza; los religiosos todos descalzos, que fue lo que más pasmó a la Corte verles por las calles en los más rigurosos fríos de Madrid pisar con los pies desnudos las nieves, los hielos y las escarchas. El ejemplo que daban con su modestia religiosa los pocos que salían por las cosas necesarias, era con tanta edificación de los que los miraban que no se Según dice Antonio de Alicante en otro lugar de las crónicas, los 22 religio­ sos capuchinos valencianos que fueron a la fundación de Madrid son los siguientes: P. Serafín de Polizzi, P. Francisco de Sevilla, Definidor, P. Juan de Villafranca, Guardián de Ollería, P. Serafín de Valencia, P. Bemardino de Valencia, P. Agustín de Granada, P. Gabriel de Villanueva, P. Rafael de Valencia, P. Gregorio de Baeza, P. Buenaventura de Valencia, P. Francisco de Benavente, sacerdotes; Fr. Juan de Alfambra, Fr. José de Linares, Fr. Lorenzo de Alicante, Fr. Silvestre de Alicante, Fr. Baltasar de Lérida, Fr. Antonio de Alicante, Fr. Silvestre de Alicante, Fr. Mateo de Maluenda coristas; Fr. Vidal de Alzira, Fr. Juan de Gerona, Fr. Martín de la Ollería y Fr. Martín de Sahagún, legos. No todos siguieron formando parte de la Provincia de Castilla, pues la mayoría regresó posteriormente a la Provincia de Valencia. (ANTONIO DE ALICANTE, Parte primera de las Chronicas 125-126). 119