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señalándolo; ayúdele porque no se pierda; que al tiempo que digo desampara[rá] la Orden; deje obrar a Dios, que sus juicios son rectos” . Puntualmente, al tiempo señalado, pasó lo que había pronosticado. Que con el mismo espíritu de profecía penetrase los corazones y lo que pasaba en sus conciencias hay de ello algunas pruebas. El señor D. Baltasar de Borja, hijo de los duques de Gandía, que después fue obispo de Mallorca, muy amigo del P. Fr. Eugenio, decía que había advertido de él una cosa singular en el diferente modo con que le recibía cuando le iba a hablar; que cuando tenía alguna culpa de que no se hubiese confesado, le recibía con poco agrado, con el semblante triste y con palabras ásperas y desabridas. Pero cuando no le remordía de nada su conciencia, le hallaba otro, le recibía alegre, le hacía muchas demostraciones de fiesta, y mostraba que gustaba mucho de su conversación; y que habiendo experimentado esta diferencia, teniendo por cierto era la causa dicha, siempre que le iba a hablar se confesaba primero, con que le hallaba siempre muy alegre y muy gus toso. Lo mismo confesaba le pasaba con él el señor don Vicente Belvís, señor de Bélgida, el mayor bienhechor que tuvo en su tiempo esta Provincia, que había notado la misma diferencia cuando le iba a ver, y que después no se atrevía a parecer delante de él que no se confesase primero; que en su rostro y en su trato descubría que le penetraba la conciencia. A su muerte precedieron muchas y admirables circunstancias que hicieron más gloriosa la suya. Que sucedió poco después de vuelto del Capítulo General de Roma, como sabía por divina revelación tenía ya vecino el término de su vida, por estarlo ya el de su gobierno, cuya cruz le había dicho Cristo había de llevar todo el tiempo de la suya. Quiso visitar la Provincia para celebrar Capítulo. Citólo para el once de octubre de 1614,118 y cuando llegó a nuestro convento de la Ollería, se sintió tan malo que no atreviéndose pasar adelante, se halló obligado a Me parece que aquí hay un despiste de Antonio de Alicante. El Capítulo tuvo lugar el 18 de octubre de 1613. 99
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