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k r. VsF« i-T«r Nos F r a y A m b r o s io - d e V a l e n c in a , . M in is t r o P r o v in c ia l d e l o s f f . ■ m m . C a p u c h in o s e n l a pro V IN C IA T O L E T A N A U E L A IN M A C U LA D A C O N C E P C IÓ N D E M A R ÍA S A N T ÍS IM A , ' Á T O ­ DOS NU ES TRO S AM ADOS SÚBD ITO S SA LUD Y l’AZ E N E L S E Ñ O R . Cognosco ■oves measct cognoscunt me mece. Conozco á mis ovejas y ellas me conocen á mí Joan 1 0 . 1 4 . V e n e r a b le s PP. y c a rís im o s IIb rm a n o s : Con estas palabras dichas por Jesucristo en la para bola del buen pastor, nosdá.á conocer este divino Maestro las mútuas relaciones que.deben existí entre superiores 6 inferiores, entre el pastor de aliñas y sus ovejas, entre prelados y súbditos; y so bre ellas queremos llamar poderosamente vuestra atención, porque del equilibrio y buena harmo nía deesas relacione?, depende en gran parte el hiende la Religión, su prosperidad y engrande cimiento. Mas antes, sobrecogidos de temor por la debilidad de nuestras fuerzas y el peso del carg< pastoral que nos ha sido impuesto, debemos levantar los ojos al cielo y hacer la oración que hizc Salomón á Dios cuando filé constituido rey sobre Israel su pueblc/ÍTú, Dios y Sefior mió, que me ha: colocado en el trono de ¡ni Padre, sabes que soy un joven sin esperiencia,que ignoro mis entradas 3 sal idas; dáme pues inteligencia y sabiduría para regir bien; dáme un corazón dócil á tus inspiraciones y una voluntad recta para que pueda discernir el bien del mal y juzgar con acierto á tu puebh amado.Siervo tuyo soy,Señor, hijo de tusierva la Religión seráfica,y elegido por tí para gobernar i mis hermanos'; envíame puós del alto cielo tus auxilio.-, poderosos; dáme un destelló de tu sabiduríc increada que me acompañe á todas partes, trabaje conmigo, me libre de los engaños y disponga mis obras con justicia y equidad, para que ellas sean gratas á tus ojos y provechosas á la grey de que me has hecho Pastor. Sí, W . PP. y Hermanos: no por mis méritos propios ni por voluntad pi-opifi, sino poi voluntad de Dios y elección délos P.P. Capitulares somos Prelado y Pastor de la grey Capuchina que se honra con el nombre de Provincia de la Inmaculada Concepción; pero pastor legítimo, que no ha escalado el aprisco, (non ascendít aliunde ) sino que ha entrado en él por la puerta de la le- galidad,de la justicia y de la verdad. Ojalá (pie así como somos Pastor legítimo, logremos también ser buen Pastor á imitación de Aquel que dió la vida por su rebaño. Según,pués, nos enseña este Pastor divino, hay mutuos y santos deberes entre superiores y ' súbditos, entre el pastor y sus ovejas. El tiene obligación de apacentarlas, defenderlas del lobo, buscar la perdida, curar las enfermas y apartar de la grey á la roñosa para que no inficione á las demás: y ellas tienen el deber de reconocer ásu pastor, oír con docilidad su voz, seguirle con fide- , - lidad y obedecerle con humilde y amorosa sujeción; y cuando esto se hace por ambas partes, cuan­ do se cumplen estas- obligaciones impuestas por Dios á prelados y súbditos, entonces la harmonía es completa, la tranquilidad segura, cierta la prosperidad de la Orden; y como esto último lo desea­ mos con toda el alma, trabajaremos por cumplir nuestros deberes y exijiremos á los deflnás el cum­ plimiento de los suyos. Nuestro primer deber es apacentarla grey confiada á nuestro cuidado, procurando de veras su aprovechamiento espiritual; y en cumplimiento de este deber mandamos que pasada la tiesta