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5 7 Yvisto en el Consejo de las Indias con lo informado por su contaduría general, y expuesto por el señor fiscal, habiendo consultado a Su M. su dictamen en el asunto, se ha dignado mandar expedir por la vía reservada la providencia conveniente en cuanto a la pronta conclusión de la iglesia del mencionado hospicio de la ciudad de Santa Fe; y ha venido en condescender al envío de los doce religiosos sacerdotes que ha pedido el referido Fr. José Bernardo de Espera, costeado su transporte por cuenta de la real hacienda, con la precisa condición y calidad con que fueron concedidos en el años 1782 otros diecisiete-religiosos de haber de emplearse y servir para surtir indistintamente las misiones que en el propio reino de Santa Fe están a cargo de la Provincia de Valencia, según tengan por conveniente destinarlos su virrey diocesano y el Prefecto de las misiones mismas, mandando se comunique a V. R. la orden correspondiente para que proceda a la colectación de los insinuados doce religiosos sacerdotes de la edad, estudios y arreglada conducta que se requieren para el delicado e importante ministerio a que han de ser destinados; con prevención de que ejecutado, remita V. R. lista expresiva de todos para su aprobación y concesión de licencia de embarque; y que hasta que reciba ésta, y haya pronta y oportuna ocasión de verificarlo, no remueva de sus conventos a los religiosos elegidos; lo que de acuerdo de dicho supremo tribunal participo a V. R. para su inteligencia y cumplimiento. Dios guarde a V. R. muchos años. Madrid y julio a 3 de 1790. Manuel de Nestares". Es traslado a la letra de la cédula real de que doy fe, hoy día 31 de julio de 1790. Fr. Pablo de Vistabella, secretario de Provincia. * * * * FUNDACION DEL SOCORRO, [al margen:] año 1790. En la villa del Socorro, en 31 de enero de mil setecientos noventa, día destinado para la traslación de la venerable comunidad de padres capuchinos fundadores a su nuevo convento; congregados los señores del ilustre cabildo en la casa de su habitación interina de dicha comunidad para acompañarles, y asimismo el pueblo, el R. P. Fr. Agustín de Alcoy, comisario provincial, cumpliendo con la doctrina de los sagrados cánones, colocó la cruz alta, echa a tono de simple madera, en el altar mayor donde con las debidas y requeridas a jure licencias había estado reservado el Santísimo Sacramento para que este lugar en jamás se profanase. Dio afectuosas gracias al muy ilustre cabildo por la caridad y limosna de la habitación gratuita que se les dio desde el treinta y uno de julio de [mil Setecientos] ochenta y siete hasta este día, y entregó las llaves de la casa e iglesia al señor alcalde ordinario de primer voto, D. Pedro Alejandro de la Prada, renunciando formalmente todo derecho a la