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Enterado el Consejo de lo referido, ha acordado que V. R.(ma) [lo que está entre paréntesis pertenece a una segunda mano] disponga con la mayor brevedad en la forma ordinaria el apronto de los 20 misioneros, que con tanta urgencia se necesitan1} y que hecho, solicite V. R.(ma) [lo que está entre paréntesis pertenece a una segunda mano] la Ucencia para su transporte y avío a aquella Provincia. Lo que le participo para su cumplimiento. Dios guarde a V. R.(ma) [lo que está entre paréntesis pertenece a una segunda mano] muchos años. Madrid y mayo 18 de 1774. R.(ma) P. [lo que está entre paréntesis pertenece a una segunda mano]. D. Miguel de San Martín Cueto. P. Provincial de capuchinos de Valencia". Recibida esta carta, el M. R. P. Provincial despachó circular por todos los conventos de la Provincia, para que aquellos religiosos que se hallasen inspirados de Dios para la conversión de los infieles le avisasen. La carta circular es la siguiente: "Fr. Andrés de Valldigna, ex-lector, ex-custodio, ex-definidor y examinador sinodal del obispado de Orihuela, y Ministro provincial de Menores Capuchinos de nuestro seráfico padre san Francisco de la Provincia de la Sangre de Cristo en los reinos de Valencia y Murcia. A los RR. PP. Guardianes, Vicarios y Presidentes de los conventos de nuestra amada Provincia, salud y paz en el Señor. D. Miguel de San Martín Cueto, secretario del Real Consejo de Indias, me avisa de orden de su Alteza que por haberse hecho la conquista por D. Antonio Arévalo, coronel ingeniero en el servicio del rey nuestro señor, de los indios guagiros, se habían formado 22 pueblos, -la mayor parte, de indios de aquella nación; y los restantes, de españoles-, y por falta de clérigos en la diócesis de Santa Marta era indefectible quedasen sin la instrucción correspondiente, mayormente estando reducida la misión de nuestra Provincia a muy pocos individuos útiles que no pueden asistir bien a los pueblos que tienen a su cargo. Y enterado el real Consejo de todo esto, ha acordado que con la mayor brevedad se apronten 20 religiosos misioneros de esta Provincia para que puedan servir en los curatos de los pueblos nuevamente fundados. Lo que participo a W . CC. [vuestras caridades] para su inteligencia y para que lo hagan saber a toda su comunidad, a fin de que los religiosos sacerdotes que se hallasen inspirados de Dios para dedicarse a esta santa obra, me lo avisen sin dilación para destinarlos a este santo ejercicio, que no hay otro más propio de los hijos legítimos del Seráfico Padre, que deseaba por sí y por éstos la conversión de todos los infieles y pecadores. Previniendo que aquellos religiosos que no hubieren dado buena cuenta de sí, de quienes se puede sospechar que desean ser destinados a las misiones de las Indias para vivir a su libertad, por ningún caso

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