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de España -(G uerra de Sucesión; Invasión Napoleónica; Cortes de Cádiz)- cond icionaron la con tinu idad de este cen tro de formación religiosa, hasta que el 28 de abril de 1823, «por Decre­ to» de la Reina Gobernadora, se cierra definitivamente, por lo que se refiere al Noviciado. El Convento de «La Magdalena» sufrió -nunca mejor dicho- numerosas obras, ampliaciones, anexos, etc., que trasform aron notablemente su prim itiva fisonom ía, probab lemen te para adecuarlo a las necesidades que se suscitaban con los tiempos, y, porqué no decirlo, por la eterna escasez de recursos de los an tiguos frailes. Actualmente se ha tratado de recuperar su prim itiva estructura. En los años que median entre 1907 y 1968 estuvo radicado aquí el «Sem inario Seráfico Capuch ino» de nuestra Provincia de la Preciosísima Sangre de Cristo, de Valencia. «La M agdalena» ha cen trado la devoción de la gente en un radio muy amp lio de pueblos por lo Franciscano-Capuch ino . Sus celebraciones religiosas, en las grandes solemn idades, siempre han convocado multitudes. Realmente ha irradiado franciscanismo neto, debido en gran parte también, al impulso dado a la Orden Tercera de San Francisco. Con tribuyeron a ellos frailes ilustres po r su v irtud , en tre los cuales es de ju stic ia de stacar al Venerable Padre Luis de M assam agrell, gran impulsor y animador de esta O rden Seglar, m ientras fue Superior de esta Comun idad . Aquí m ismo -todavía se conserva su celda, tal cual- redactó las Constituciones de los Terciarios Capuch inos y de las Terciarias Capuchinas, fundadas por él. No podemos dejar de mencionar, finalmente, el paso san tificado r por este Convento, de varo­ nes tan exim ios como San Lorenzo de Brindis, San Juan de Ribera, el Beato N icolás Factor, el Beato Diego de Cádiz, el M isionero Venerable Esteban de Adoáin y el Siervo de Dios Francisco de O rihuela, Ob ispo Capuchino, que vivió aquí sus últimos días y en cuyo templo conventual, al pie de la cap illa de la Purísima, descansan sus restos mortales. Ante la pérdida, irrecuperable, del prim er convento Capuchino de la ciudad de Valencia, fundado por nuestro insigne Padre San Juan de Ribera, «La Magdalena» constituye hoy el punto de m ira para revivir unos ideales que han ju stificado plenamente la presencia franciscana de los Frailes Menores Capuchinos de Valencia. 67

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