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L O S F U N D A M E N T O S D E L A P R E S E N C I A C A P U C H I N A E N V A L E N C I A Dios, en su Providencia, y con ese estilo especial con que dirige «sus» cosas, va ordenando y consolidando la vida del mundo y, en especial, la vida del espíritu, para su gloria. Esa misma Providencia que se revela con absoluta claridad en los momentos cumbre de la historia, es la que ha actuado confuerza y total evidencia -así hay que decirlo- en lafundación e instauración de la Orden Capuchina en lo que hoyforma la «Provincia Capuchina de la Preciosísima Sangre de Cristo, de Valencia». El Señor se sirve de sus criaturas en toda circunstancia, y, en nuestro caso, urge, ya desde el p rincip io , reseñar y subrayar los nombres de dos personajes, entre muchos que no cabrían en un testim on io como el presente, que han sido, y con probab ilidad siguen siendo, ambas manos de Dios para conso lidar su obra en nuestra Provincia Capuchina de la Preciosísima Sangre de C ris­ to, de Valencia: el Patriarca Juan de Ribera, Arzobispo, Virrey y Cap itán General de Valencia, en el orden jerárqu ico ; pero, en sí m ismo, en lo personal, el santo, y, de corazón, sin h ipérbole, «el padre de los Capuchinos de Valencia». Extractamos, a este propósito , un párrafo de uno de los trabajos más competen tes y documentados sobre el tema: -« ...esta intervención tan decidida y e ficaz de San Juan de Ribera en favor del establecim iento de los Capuchinos en el reino de Valencia, le da ciertam en te derecho a que sea considerado como verdadero fundador de la Provincia de la Preciosísima Sangre de Cristo, de Valencia». (Vid, Collect. Fr.: año 31-1961 - tom, 31. pgs. 26-60). A la par, y tamb ién en sintonía con Dios y con el Patriarca Ribera, es de ju stic ia situar en un p rim erísim o lugar al Beato Nicolás Factor, sacerdote de la Orden Franciscana. Su pertenencia a la O rden Capuch ina, primero, -(Tomó el hábito Capuch ino en el erem itorio de Valls (Tarragona) a últimos de d iciembre de 1582)- y luego, sus cartas al Arzobispo aconsejándo le decid idam en te, insisten tem en te, la instauración de los Capuchinos en el Reino de Valencia, lo constituyen en uno de sus fundamentos. Los frailes valencianos tenemos una deuda eterna de g ratitud con él. 33